El pesquero se incendió en el puerto el pasado día 11 y fue arrastrado a alta mar, donde se fue a pique con 1.409 toneladas de fuel, 30 de gasoil y 65 de lubricante.
Una inspección realizada por la Guardia Civil, a instancias de la Fiscalía, rescató a una tortuga impregnada de combustible, que fue llevada a un centro de recuperación.
Grupos ecologistas denunciaron la decisión de llevar el barco a alta mar, al igual que se hizo en 2002 con el Prestige, que se hundió frente a las costas de Galicia (España) con 77.000 toneladas de petróleo que provocaron un vertido que causó uno de los mayores desastres ecológicos de la historia del país.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, denunció hoy que es "demagógico" comparar estos dos casos.
"No tiene absolutamente nada que ver", aseguró.
El Ministerio de Fomento hasta el momento solo activó el primer nivel de emergencia.
Sin embargo, la Capitanía Marítima ya activó los procedimientos de actuación para este tipo de incidentes de contaminación y se ha establecido un programa de vigilancia para realizar un seguimiento de las manchas de combustible mediante unidades aéreas y marítimas.
En la zona trabaja el avión Sasemar 101, de Salvamento Marítimo, destinado también a controlar la contaminación marina, y el buque Miguel de Cervantes, que vigila la evolución de la mancha de hidrocarburos.
#OlegNaydenov:Miguel de Cervantes hacia zona con medios Lucha Contra Contaminación por si fuera necesario despliegue pic.twitter.com/t8WUl03ajk
— SALVAMENTO MARÍTIMO (@salvamentogob) 15 апреля 2015
La organización ecologista Greenpeace criticó en declaraciones a Sputnik Nóvosti la gestión realizada por las autoridades con el pesquero ruso.
Critica la decisión de remolcarlo a alta mar, dado que esta decisión "complica las operaciones" para recuperar el fuel y hace más costosos los trabajos de limpieza, explicó su portavoz Julio Barea a esta agencia.