Medvédev hizo esta declaración durante su informe anual sobre la gestión del Gobierno presentado ante la Cámara Baja del Parlamento ruso.
"Las pérdidas que supusieron las sanciones son sustanciales para nuestra economía y no vamos a ocultarlo", dijo el jefe del Ejecutivo ruso.
Según el primer ministro, las restricciones impuestas a Moscú afectaron todos los sectores de la economía rusa, desde el financiero hasta la importación de tecnologías.
Medvédev destacó igualmente que en su historia contemporánea Rusia jamás se ha enfrentado al conjunto de desafíos simultáneos a los que se enfrenta ahora.
"Por primera vez en la historia de Rusia tras la disolución de la URSS nos hemos encontrado bajo el efecto de dos conmociones externas, la caída brusca de los precios del petróleo y la dura presión sin precedentes de las sanciones", dijo.
Indicó que hubo al menos 10 oleadas de sanciones contra el país aunque estimó que la última oleada fue "la más fuerte".
El momento más crucial por el que atravesó el país fue a finales del año pasado y a principios de este, señalo.
Precisó que tras la caída de los precios del petróleo el rublo también sufrió una depreciación, la inflación alcanzó el 16%, bajaron los ingresos de los ciudadanos rusos.
Todo eso pasaba en el contexto del descenso del rating de inversión del país y la huida de capitales, recordó el primer ministro.