El fondo con un volumen de 100.000 millones de dólares está destinado a mantener la estabilidad financiera de las naciones del grupo en caso de turbulencias en los mercados mundiales.
China aportará 41.000 millones de dólares; Brasil, India y Rusia 18.000 millones cada uno, mientras Sudáfrica sufragará 5.000 millones.
Según el convenio, los estados del bloque podrán solicitar ayuda financiera para hacer frente a problemas de liquidez por un periodo determinado y a condiciones que todavía deben fijar los bancos centrales en un documento adicional.
Hasta el 30% del límite puede ser concedido de inmediato, para recibir el restante 70% el país tiene que contar con un programa de estabilización concordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El fondo será dirigido por una Junta de Gobernadores, un comité permanente y un coordinador, cuya función la va a cumplir el país que preside el BRICS.
En julio de 2014 el grupo anunció la creación del fondo y de su Banco de Desarrollo que empezará a operar a finales de 2015.