En una sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Rajoy explicó que "gracias a las medidas" que aprobó su Ejecutivo "124.000 millones de euros han aflorado desde el extranjero" y ahora "cotizan en España".
"Una regularización fiscal que, por cierto, también ha anunciado Grecia y el señor Varufakis" argumentó Rajoy, para añadir que esta medida no puede considerarse una amnistía porque "ni limpia ni perdona ningún delito" y tiene el aval de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El parlamentario tachó al Partido Popular de formación "carcomida por la corrupción" que hoy se muestra "con desfachatez compungido" a pesar de aprobar una amnistía fiscal "para aflorar el dinero opaco de sus corruptos y sus donantes".
Coscubiela reclamó, al igual que los socialistas del PSOE, la publicación de la lista de los más de 700 defraudadores que se acogieron a esta amnistía y que ahora está investigando la Agencia Tributaria.
También reclamó a Rajoy que deje la presidencia del Gobierno de España "por la pocilga en la que nos ha metido" y le llamó "el señor X de la corrupción".
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, utilizó el mismo argumentario en su respuesta parlamentaria.
"Parece que el Gobierno griego también va por aquí, la izquierda también va por esto que llaman ustedes amnistía", dijo.
En los pasillos del Congreso, Montoro abundó en el tema diciendo que Grecia prevé adoptar "un tipo de medidas excepcionales para un tiempo excepcional", como también han hecho "muchos países de la eurozona".
Cayo Lara, de Izquierda Plural, matizó, por su parte, que todavía no se saben los detalles de la amnistía griega, sólo que "no habrá recargos".
Para Lara, la clave es que no sea como la española, "un premio para los defraudadores", ya que sólo tributaron el 3%, muy por debajo de la media.
Los diputados de izquierda denunciaron que el Gobierno de Rajoy está intentando "comparar estrategias para intentar justificar la aberración de la amnistía española".