Sobre ese aspecto, su retorno a la primera línea de la política en 2018, el expresidente dijo estar "quieto en su rincón" pero que si es llamado a la lucha él es un "buen luchador", además, reiteró su apoyo al gobierno de Dilma Rousseff y anunció que recorrerá Brasil en apoyo al Partido de los Trabajadores (PT).
"Dilma es la presidenta y quiero que gobierne", explicó el presidente quien lanzó un claro desafio a los movimientos golpistas al decir que "aquellos que no se conforman con el resultado de la democracia, los que quieren la caída de Rousseff deben saber que si se meten con Dilma no se meten con una persona, se meten con millones", puntualizó.
Sobre las acusaciones de la revista conservadora "Época", que en su edición de esta semana acusaba al expresidente de realizar negocios internacionales utilizando su influencia, da Silva sentenció que "tanto la revista Veja como Época no valen nada", y desafió a ambas a que aporten alguna prueba de irregularidades en su gobierno.
Al menos 20.000 personas acudieron al acto del 1º de Mayo convocado por la CUT, la mayor central sindical del país, así como 30 movimientos sociales entre los que destacó el Movimiento Sin Tierra (MST) y el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), ambos con varias decenas de miles de activistas y considerados como los mayores movimientos sociales del país.