La nueva huelga, que será mucho mayor que las anteriores, empezó este martes a las 15.00 hora local, cuando pararon los trenes de mercancías, a los que desde las 02.00 horas del miércoles se sumarán los trenes pasajeros.
La interrupción del tráfico ferroviario no solo causará molestias a los pasajeros, sino que dañará a los empresarios que en su mayoría acuden a este tipo de transporte para trasportar materias primas y mercancía.
El sindicato GDL exige a la compañía Deutsche Bahn una subida salarial del 5% y la baja de la carga laboral.
A su vez Deutsche Bahn propone subir el salario en dos etapas desde el primero de julio en el 4,7%, y pagar a los empleados una gratificación de una sola vez por un monto de € 1.000.
La clasificación de maquinistas en la escala de tarifas de Deutsche Bahn también causo discordias.
Anteriormente el jefe del consorcio ferrocarril, Rüdiger Grube, declaró que los paros anteriores costaron a la empresa unos 220 millones de dólares.