La empresa ha resuelto también conseguir su exclusión de la lista negra de la Unión Europea por la vía administrativa.
"El consorcio ha solicitado a la Secretaría general del Consejo de la Unión Europea (Bruselas) revisar las valoraciones de las circunstancias fácticas y presentar pruebas u otra información en que se basó el Consejo de la UE para incluirle en su lista de sancionados", subraya el texto.
Según el departamento legal de la empresa, con esta decisión el Consejo de la UE ha violado las normas y principios jurídicos de la UE, ya que no ha aportado pruebas de que el consorcio esté implicado en la desestabilización de la situación en Ucrania.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y en particular tras la adhesión de Crimea a Rusia.
EEUU, la Unión Europea y otros países occidentales impusieron varios paquetes de sanciones contra Rusia que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía.
En respuesta, Moscú prohibió por un año las importaciones de productos agrícolas procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.
Rusia declaró en reiteradas ocasiones que no es parte del problema en Ucrania y que participa oficialmente en calidad de mediador para poner fin a las hostilidades en el sureste de esta nación.