Con un 62% del PIB de Latinoamérica concentrado en sus economías y un comercio bilateral en torno a los 9.213 millones de dólares en 2014, la visita en sí misma resulta la mayor tentativa de aproximación comercial y política entre ambos países desde la Cumbre del G20 en 2012.
En entrevista con Sputnik Nóvosti, la profesora de Economía en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ) y doctora en Crecimiento y Desarrollo Económico por la École des Hautes Etudes en Sciencies Sociales de París, Maria Beatriz de Albuquerque David, comentó que las intenciones de Rousseff con su visita pasan por reequilibrar los intercambios desiguales de Brasil con México en el medio plazo.
Cabe recordar que en 2012, el gobierno de Rousseff canceló el proyecto de libre comercio entre ambos países en el sector automovilístico debido al déficit que comenzó a sufrir la balanza comercial del país, especialmente vigente ante el actual escenario de despidos masivos en las montadoras de Sao Paulo.
En su opinión, facilitar a las petroleras mexicanas el acceso a las enormes reservas de crudo del presal será "una estrategia de Rousseff para mantener el interés de México en invertir en Brasil a pesar de su reciente proteccionismo en el sector del automóvil", una política que considera como "una maniobra política para contentar a los sindicatos" y que tiene por objeto aumentar los 30.000 millones de dólares que México invirtió en Brasil en 2014.
De esta manera, la primera visita de Estado de Rousseff a México intentaría, según la economista, "reequilibrar unas relaciones comerciales que en estos momentos benefician claramente a México en cualquiera de los sectores" y, al mismo tiempo, "reforzar las relaciones bilaterales en el medio y largo plazo con un socio comercial clave en el contexto norteamericano".