"Es una responsabilidad colectiva de la UE, y claro que todos los Estados que la integran deben entenderlo", expresó Medvédev.
El primer ministro ruso resaltó que los mismos países europeos sufren las medidas restrictivas que impusieron. En este contexto mencionó la caída del intercambio comercial entre Rusia y Eslovaquia.
Medvédev indicó que Moscú seguirá respondiendo de manera simétrica a las nuevas decisiones de Bruselas.
La guerra de sanciones entre Rusia y Occidente se desató por la presunta participación de Moscú en la escalada de la crisis en Ucrania y la reincorporación de Crimea en marzo pasado.
En particular, EEUU y la Unión Europea embargaron el sector petrolero ruso y el de defensa, además de limitar la financiación a medio y largo plazo a varios bancos con participación pública y aplicar restricciones individuales contra ciertos políticos y empresarios rusos.
Rusia, por su parte, restringió por un año las importaciones alimentarias procedentes de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega.