Según el diario, hasta finales de año el número de los ciudadanos que perderán la vida a manos de los agentes puede ascender a 1.000.
The Guardian precisa que de los 500 asesinados por policías el 49,6% eran blancos, el 28,2% afroamericanos y el 14,8% latinoamericanos.
Al mismo tiempo, solo el 21% de las víctimas portaban armas.
Anteriormente, The Washington Post escribió que durante los primeros cinco meses de 2015 los policías estadounidenses mataron a 385 personas y solo en tres casos fueron procesados.