Este sábado se ha celebrado la constitución de las nuevas corporaciones municipales en las que el protagonismo se lo han llevado las candidaturas ciudadanas de izquierdas, apoyadas por Podemos, que toman el poder en muchas capitales de provincia tras años de mando conservador.
"Gracias a la ciudadanía por hacer posible lo imposible", aseguró una emocionada Colau tras ser investida oficialmente como alcaldesa de Barcelona, la primera mujer de la historia de la ciudad tras 119 alcaldes varones.
La activista desplaza a los conservadores de Convergencia i Unió (CiU), el partido de Artur Mas, que gobernaban la Ciudad Condal desde 2011, con Xavier Trías a la cabeza, que se quedó con 10 votos.
Colau, que se define como "una mujer de orígenes humildes", aseguró antes de la investidura que se trata de un momento "histórico" y "colectivo".
Miles de personas acudieron a la Plaza de Sant Jaume en la capital catalana, que retransmitía en directo en una pantalla gigante la investidura. Los asistentes no dejaron de aplaudir y corear un "¡sí se puede!" para celebrar el nuevo mando municipal de la capital catalana.
"Hoy empieza una fase nueva en que más que pensar en la candidatura he de pensar en Barcelona y en que soy alcaldesa de todos y todas", aseguró la alcaldesa.
Colau es una activista muy conocida en España por liderar el movimientos contra los desalojos, conocidos como desahucios, de todos aquellos que no pueden pagar su hipoteca.
La alcaldesa admite que lo que más les entusiasma es la idea de que la capital catalana se convierta, con su victoria, en un referente mundial como una ciudad democrática, sostenible y socialmente justa, porque Barcelona "cuenta con los recursos, el dinero y la capacidad para que ello sea posible".
Las primeras medidas en la Ciudad Condal se centran en cuatro ejes: crear empleo digno; garantizar derechos básicos, en los que están incluidos la vivienda o el agua y la electricidad; revisar las privatizaciones y los proyectos contrarios al bien común y terminar con los privilegios.
La alcaldesa también se comprometió la semana pasada con las plataformas independentistas a impulsar un compromiso propio con el proceso constituyente que permita a los catalanes decidir sobre su futuro en España.
Al terminar la investidura los concejales y nuevas autoridades del ayuntamiento de Barcelona, entre ellos la propia alcaldesa, se reúnen con el presidente de Cataluña, Artur Mas.