El nuevo aumento representa la mayor tasa de inflación registrada en el país desde 2003, año de llegada al poder del Partido de los Trabajadores (PT) con el primer gobierno de Lula da Silva, cuando la inflación se situaba en un 9,3% tras la gestión de Fernando Henrique Cardoso.
Otro dato que empeoró este lunes es la estimación de crecimiento de la economía para 2015, pasando de una contracción estimada del 1,35% a 1,45%, el peor resultado para el gigante sudamericano desde 1990, año en el que la economía de Brasil se desplomó un 4,35%.
Las previsiones para 2016 situaron la inflación estable en torno al 5,5% aunque existió una pequeña retracción en la previsión de crecimiento pasando del 0,9% al 0,7%, es decir, una cifra alarmantemente cercana al PIB "flat" o crecimiento nulo, una situación que había sido prevista por el ministro de Hacienda y Economía de Brasil, Joaquim Levy, para este 2015.