"La economía está desorganizada, la gente carece de empleo desde hace años, a los bancos se les termina el dinero: suena como si fuera la Gran Depresión, pero se trata de Grecia, y en algunos sentidos la situación es peor", afirman los autores.
El New York Times sostiene que mientras "el gasto público ayudó a sacar a EEUU de la Gran Depresión", Grecia carece de moneda propia y está lastrada por "una burocracia ineficaz que ha fracasado a la hora de mejorar la recaudación de impuestos".
"El Gobierno estadounidense ayudó a estimular el mercado laboral en la década de los treinta invirtiendo miles de millones de dólares en el sector de empleo público", escriben los autores; el mercado laboral en Grecia, en comparación, sufre un desempleo "extremadamente alto", con más de un 25 % de la población sin empleo, ni perspectivas de mejora a corto plazo.
Según el economista Jacob Funk Kirkeegard, del Peterson Institute for Internacional Economics, citado en el artículo, "Grecia se encuentra en su propia Gran Depresión", pero a diferencia de EEUU de entonces, "no será capaz de recuperarse tan rápidamente".
Kirkegaard cree que Grecia "está atada por pesadas reglas y regulaciones, una población cada vez más envejecida y un sistema político disfuncional", además de "compartir elementos importantes de soberanía con sus propios acreedores".