El cuadro solo se mantuvo en el lugar unos segundos antes de que un funcionario de la casa se lo llevase.
La retirada del busto de Juan Carlos I fue bien recibida por los republicanos catalanes de ERC y por la izquierdista CUP.
El republicano Alfred Bosch solicitó que se instale "una efigie que represente el único soberano que debemos tener en Cataluña, que es el pueblo catalán".
Por su parte, el exalcalde nacionalista, Xavier Trias, dijo que "no defiendo la monarquía, pero se trata de conseguir consensos y respetar al resto de grupos".
Trias recordó a la alcaldesa que, aunque ya no hay figura del exmonarca, "se sienta debajo de un cuadro de la Reina Regente", que da nombre al salón.
La inesperada decisión de las nuevas autoridades locales de Barcelona ha provocado un intenso revuelo en toda España.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, calificó hoy de "tremenda mezquindad" la medida de retirar el busto del rey, que abdicó hace más de un año en favor de su hijo Felipe.
El canciller recordó que "Colau ha sido elegida porque la Transición tuvo éxito y Cataluña tiene un régimen de autogobierno y de prosperidad que no ha tenido nunca gracias a esa transición, que pilotó Juan Carlos I".