"Ahora no hay ni rastro de la plena confianza de que gozaban (las relaciones entre) Rusia y Ucrania, no veo perspectivas para encauzar esta confianza en un futuro próximo", dijo Klimkin al diario The New Times.
El canciller resaltó que "no se puede abordar ni siquiera la normalización formal de las relaciones mientras se libra una guerra híbrida en Donbás y continúa la ocupación de Crimea".
"Seguramente, como vecinos geográficos, vayamos resolviendo los problemas de coexistencia, que, no obstante, no forman parte de las relaciones intergubernamentales normales", agregó Klimkin.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania empeoraron tras el cambio violento de poder a finales de febrero de 2014 y la adhesión de Crimea a Rusia en marzo del año pasado.
Desde abril de 2014 el este ucraniano se convirtió en escenario de un conflicto armado, de cuya libración Kiev responsabilizó a Rusia.
Moscú ha negado en reiteradas ocasiones su participación en el conflicto que se ha cobrado más de 6.700 vidas y ha provocado casi 17.000 heridos, según los últimos datos de la ONU.