"Desde luego lo tomamos en cuenta y lo remitimos a los expertos correspondientes", dijo Peskov al comentar la petición que hasta el momento ha recogido casi 285.000 firmas en el portal Change.org.
También mencionó la necesidad de "proteger los intereses económicos del país perjudicados por el contrabando".
El tercer objetivo, según él, el más importante, es "velar por la salud de la población".
“Se trata de puro contrabando que no tiene certificados ni nada y nadie se responsabilizará ni dará garantías de que estos alimentos, que incluso pueden parecer apetitosos, no sean peligrosos para la salud”, dijo.
Este jueves Rusia comenzó a destruir los productos confiscados sujetos a las sanciones.
La semana pasada el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó un decreto sobre la destrucción obligatoria de los productos de entrada prohibida en el país incautados en la frontera a partir del 6 de agosto.
La petición de derogar la orden y distribuir los alimentos embargados entre los más necesitados ha sido firmada por cerca de 285.000 personas en el portal Change.org.
En agosto de 2014 Rusia limitó la importación de productos agropecuarios procedentes de los países que impusieron sanciones en su contra.
Entre los productos sancionados se encuentran la carne, los embutidos, el pescado, las hortalizas, las frutas y los productos lácteos.
Posteriormente, el 25 de junio de este año, Rusia tomó la decisión de extender el embargo alimentario por un año, hasta el 5 de agosto de 2016, luego de que la UE extendiese sus sanciones hasta el 31 de enero del mismo año.