Anteriormente el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, denunció un aumento "sin precedentes" de las actividades de las Fuerzas Armadas de EEUU y de la OTAN cerca de las fronteras del país.
El representante permanente de Moscú ante la OTAN, Alexandr Grushkó, ha apuntado que la alianza noratlántica aprovecha la situación en Ucrania para justificar su existencia y lograr que los miembros del bloque militar aumenten sus gastos militares.
El este de Ucrania vive un conflicto armado desde abril de 2014, cuando las nuevas autoridades del país iniciaron una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk, regiones disconformes con el violento cambio de Gobierno que tuvo lugar en febrero del mismo año.
Las hostilidades se han saldado ya con más de 6.800 muertos y casi 17.100 heridos, según estimaciones de la ONU.