Bajo el título, "Nosotras, las ciudades de Europa" publicado hoy en el diario El País, los alcaldes rechazan "permanecer impasibles" cuando la "la muerte acecha diariamente las playas" y cuando "miles de familias huyen de la guerra y se agolpan en puertos, estaciones, trenes y carreteras".
Depende de los Estados y de la UE que "esta crisis humanitaria no se convierta en una crisis civilizatoria" ni en una crisis "de los valores fundamentales que han forjado las democracias".
"Si continuamos levantando muros, cerrando fronteras, subrogándose el trabajo sucio a otros estados para que sean ellos los que ejerzan de gendarmes de nuestras fronteras, ¿qué mensaje estamos lanzando al mundo? ¿Qué rostro de Europa nos devuelve reflejado un mar Mediterráneo cubierto de cuerpos sin vida?, se preguntan los alcaldes.
Durante años, los gobiernos europeos "han destinado la mayoría de fondos de asilo y migración a blindar nuestras fronteras, a convertir Europa en una fortaleza".
Esta "política equivocada es la causa de que el Mediterráneo se haya convertido en una tumba para miles de refugiados que intentan acercarse y compartir nuestra libertad", denuncian las alcaldesas.
Ha llegado el momento "de cambiar las prioridades: destinen los fondos para garantizar la acogida de los refugiados en tránsito, apoyen con recursos las ciudades que se han ofrecido como espacios de refugio", defienden.
Tras exigir que se actúe en vez de realizar discursos vacíos, claman: "No les dejen solos, no nos dejen solas".