El reporte, elaborado con base en una visita que miembros de la CIDH realizaron en la frontera entre el 10 y 12 de septiembre, también hace un llamado al Gobierno de Nicolás Maduro para que detenga de inmediato "cualquier expulsión colectiva" de ciudadanos colombianos.
"La CIDH pudo constatar la crisis humanitaria en la que se encuentran las personas deportadas y las que retornaron como consecuencia del temor y la situación que estaban viviendo en Venezuela", y destacó que "a estas personas se les violaron múltiples derechos humanos y fueron sujetas a expulsiones colectivas".
Asimismo, señala que el Gobierno venezolano debe garantizar que cualquier migrante en situación irregular tenga acceso a un procedimiento migratorio que cumpla con las garantías de debido proceso y a que se proteja el principio de unidad familiar.
El comunicado de la CIDH se da a conocer luego que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) anunciara que los ciudadanos colombianos deportados durante la crisis fronteriza con Venezuela podrán regresar a ese país.
La iniciativa de la Unasur fue apoyada por el presidente Maduro, luego de una reunión con el secretario general del organismo, Ernesto Samper, en el marco de la 70ª Asamblea General de las Naciones Unidas, que se desarrolla en Nueva York.
Colombia y Venezuela atraviesan por una controversia política y diplomática desde el pasado 19 de agosto, día en el que Nicolás Maduro decidió cerrar parcialmente la frontera tras aducir la infiltración de paramilitares colombianos que chocan con uniformados venezolanos.
Desde entonces, más de 1.300 colombianos indocumentados han sido expulsados de Venezuela, mientras que otros 19.000 abandonaron por cuenta propia el occidente venezolano por temor a ser expulsados.