"Elevaremos nuestras quejas a Estrasburgo contra las investigaciones rusas por demorar el proceso, y ante los tribunales de arbitraje por la retención de nuestros bienes; para que sea dado un veredicto que obligue a rusa a devolver los restos del avión Tu-154M", declaró el futuro canciller polaco al canal de televisión TVN24.
Este lunes el partido Ley y Justicia de Jaroslaw Kaczynski, que recientemente ganó las elecciones parlamentarias en Polonia, anunció la composición del nuevo Gobierno, en el cual Waszczykowski aspira a ocupar el puesto de ministro de Relaciones Exteriores.
El funcionario polaco señaló que es importante llamar a expertos internacionales de los países aliados, incluyendo a EEUU.
"En necesario solicitar a expertos internacionales que realicen una auditoría del informe de (la presidente del Comité Intergubernamental Aeronáutico, Tatiana) Anódina, y del informe de Miller (el titular del Ministerio del Interior de Polonia Jerzy Miller encabezó la comisión gubernamental polaca de investigaciones del accidente aéreo del Tu-154M), para que nos muestren los problemas", añadió Waszczykowski.
Según el funcionario, estos pasos de Polonia significan "ninguna guerra con los rusos, no es necesario desenvainar el sable y dar patadas".
"Es preciso utilizar decididamente todos los instrumentos diplomáticos de los que dispone nuestro estado soberano", explicó el político polaco.
El avión del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, se estrelló en las cercanías de Smolensk en la mañana del 10 de abril de 2010.
A bordo se hallaban 96 personas, de las cuales 88 eran pasajeros y 8, miembros de la tripulación.
No hubo sobrevivientes.
La investigación rusa
El Comité Intergubernamental de la Aviación de Rusia (MAK, por sus siglas rusas) anunció a principios de 2011 los resultados finales de la investigación sobre las causas de la catástrofe del avión del presidente polaco Lech Kaczynski, que se estrelló el 10 de abril de 2010 cerca de la ciudad rusa de Smolensk.
Según la investigación rusa, el siniestro se debió a errores de los pilotos polacos, que fueron entrenados a toda prisa, de manera desordenada y en violación de las regulaciones de entrenamiento.
MAK afirmó que la principal causa del trágico accidente fue la decisión fatal de la tripulación de la aeronave de aterrizar en condiciones de poca visibilidad, en vez de ir a un aeródromo de reserva.
El controlador de vuelos ruso dio permiso de descender hasta una altura de 100 metros, tras lo cual, sin conseguir el contacto visual con las luces del aeródromo, el avión prosiguió el descenso en vez de intentar una segunda vuelta.
La comisión técnica del MAK insistió en que la última maniobra que intentó realizar el comandante del avión no fue resultado de una decisión de ir a una segunda vuelta, sino un intento de esquivar un obstáculo que vio a una altura de 20 metros.
Asimismo, los funcionarios del MAK indicaron que en la cabina del avión se encontraba una persona que no era de la tripulación: el jefe de la Fuerza Aérea de Polonia.
La comisión técnica del MAK subrayó que este informe era el definitivo.