La inversión directa en África en los primeros seis meses se ha situado en 1,19 mil millones de dólares, lo que supone un 43 por ciento menos que en el mismo periodo del pasado año.
"Las compañías chinas están diversificando gradualmente sus inversiones en África a medida que se transforman de suministradoras de ayuda a inversores más maduros", ha señalado Shen Danyang, portavoz del Ministerio de Comercio.
Pekín se ha comprometido a alcanzar una inversión de 100 mil millones de dólares en África en 2020 y para ello ha desarrollado su cooperación en sectores como el financiero, las manufacturas o las infraestructuras.
China ha cortejado a África en los últimos años en un movimiento que ha sido calificado como "neocolonialismo" en sectores de Occidente.
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— ChinaFile (@ChinaFile) 17 ноября 2015
Pekín relevó a Estados Unidos como principal socio comercial del continente en 2009 y la inversión se ha disparado en los últimos años, pero la mayor desaceleración que ha sufrido su economía desde la crisis financiera ha limado su apetito por las materias primas y bajado sus precios globales.
El gigante asiático ha alimentado su caldera económica gracias en parte a las materias primas de África, que a cambio ha recibido numerosas infraestructuras como colegios, hospitales y carreteras.
El vínculo sentimental entre dos zonas que han sufrido el colonialismo del hombre blanco se ha reforzado con los créditos de bajo interés o finalmente condonados de China.
Varios países del continente están ahora en un proceso de industrialización, lo que ofrece una gran oportunidad para las compañías chinas.