Indicó que "la búsqueda del culpable debe empezar por el país que antes violó el espacio aéreo turco en reiteradas ocasiones".
A la vez indicó que para Rusia las relaciones económicas con Turquía son igualmente importantes que los lazos con Rusia para Turquía y puso de relieve la necesidad de mantenerlas.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se agudizaron tras el derribo del Su-24 ruso por aviación turca que el presidente ruso, Vladímir Putin calificó de "puñalada a la espalda".
En respuesta Putin firmó un decreto sobre las medidas económicas especiales contra Turquía que, en particular, prohíbe vuelos chárter entre los dos países, prohíbe a personas jurídicas rusas contratar nacionales de Turquía a partir del 1 de enero de 2016 y ordena prohibir o restringir las actividades de organizaciones bajo jurisdicción turca en Rusia y restringir la importación de ciertos artículos turcos.