La mitad de los consultados ven adecuada la respuesta rusa, y solo un 8 por ciento la considera excesiva, según el sondeo.
En general, la inmensa mayoría de los rusos apoya las medidas contra Turquía; en particular, el 84 por ciento respalda la suspensión del acuerdo que permitía a ciudadanos turcos entrar en Rusia sin visado, y el 82 avala la prohibición de contratar a los turcos y la restricción de las importaciones.
Al mismo tiempo, el 65 por ciento teme la subida de los precios a raíz de estas medidas.
Los sociólogos señalan que solo un 1 por ciento de los encuestados opinan que el avión militar ruso fue derribado por Turquía a causa de un error o malentendido, mientras que un 21 por ciento califica el incidente de "provocación intencionada de Ankara que busca disparar las tensiones".
Uno de cada diez rusos considera que el derribo se debió a que la operación rusa en Siria obstaculizó el negocio ilegal turco de petróleo, y otro 5 por ciento lo achaca a que Ankara "se ha pasado al bando de Daesh" (autodenominado Estado Islámico proscrito en Rusia y otros países).
El estudio se realizó los pasados días 5 y 6 de diciembre a 1.600 personas en 130 localidades de 46 regiones rusas; su margen de error no supera el 3,5 por ciento.
Las relaciones entre Rusia y Turquía se deterioraron después de que un caza turco derribara el 24 de noviembre en territorio sirio un bombardero ruso que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Tema: Turquía derriba un Su-24 ruso
El ataque se saldó con la muerte de uno de los dos pilotos; otro militar ruso murió durante la operación de rescate.
Moscú respondió con una serie de restricciones económicas a Ankara que también tuvieron repercusión sobre otros ámbitos de las relaciones bilaterales.