“La norma contiene siete capítulos y 45 artículos que fijan las reglas para aquellas personas, jurídicas y naturales, que quieran dedicarse a la investigación y producción de sustancias en cualquier presentación (aceites, extractos, pastillas, soluciones, jarabes, cremas) a partir de los derivados de la planta de la marihuana para uso medicinal”, señaló el diario El Tiempo con base en el texto del decreto.
“Los productores de la planta en su uso terapéutico van a requerir el trámite de tres licencias, la primera se solicitará ante el Consejo Nacional de Estupefacientes, que determinará el número de plantas, la segunda ante el Ministerio de Salud, que definirá las formas de transformar la planta en un producto medicinal y la tercera, ante la autoridad competente para la exportación de los productos”, sostuvo Caracol Radio.
Según la emisora, que citó al ministro de Salud, la norma no permitirá el consumo recreativo del cannabis, y establecerá “que los cultivos serán hidropónicos y no en grandes extensiones, con el fin de tener mayor control” sobre los mismos.
“Desde el momento en que el solicitante (que desee cultivar y procesar el cannabis medicinal) presente los documentos, el CNE (Consejo Nacional de Estupefacientes) o el Ministerio de Salud tendrán un plazo de hasta 30 días hábiles para responder positiva o negativamente a la solicitud”, dijo Semana.
Mientras tanto, el Congreso tramita un proyecto de ley para el uso medicinal de los derivados del cannabis, aprobado ya en segundo debate del pleno del Senado el 10 de este mes.
Con 46 votos a favor y seis en contra, la plenaria aprobó el proyecto del senador Juan Manuel Galán (Partido Liberal, centro) que se espera reciba en 2016 el apoyo de la Cámara de Representantes para convertirlo en ley.
