"En Cataluña y en el Estado se han abierto escenarios políticos de una enorme complejidad. Escenarios que obligan a dialogar, negociar y pactar. Es decir, a decidir. A decidir entre ideas, personas y partidos muy diferentes. Que no sea fácil no nos libera, a ninguno de nosotros, de nuestro deber de decidir", insistió el jefe del Ejecutivo catalán desde Barcelona.
Mas ha mandado un claro mensaje a las CUP (Candidaturas de Unidad Popular) en su discurso navideño.
"En Cataluña, después de tres meses de intensas negociaciones, seguimos pendientes de la formación del nuevo Gobierno. De hecho, el plazo legal para decidir si tendremos nuevo Gobierno o elecciones termina el día diez de enero. Por tanto, queda poco tiempo, y poco margen", avisó el mandatario.
Las bases de la CUP decidirán el próximo 3 de enero si finalmente apoyan la investidura de Artur Mas.
Antes del día 10 la ley no permite convocar las elecciones, sin embargo, después, la convocatoria es obligada, según explicó el presidente.
No obstante, a pesar de las dificultades y las intensas negociaciones para formar Gobierno, ha destacado que Cataluña ha recorrido durante este 2015 "un camino extraordinario".
"El proyecto nacional y el proyecto social se han dado la mano y caminan juntos en la voluntad y la ilusión de hacer de Cataluña un gran país", aseguró el jefe del Ejecutivo catalán desde Barcelona.
Mas se ha mostrado convencido de que 2016 "será decisivo" para la independencia y avisa que el "desprecio" por parte de otras instituciones "no aporta ninguna solución".
"Cataluña tiene claro que quiere decidir su futuro. Todos somos necesarios para hacerlo posible. Seguir ignorándolo o despreciando no aportará ninguna solución de futuro", apuntó Mas.
ECONOMÍA
El presidente catalán destacó que a nivel económico la región se encuentra en un escenario "objetivamente mejor".
"Hay más actividad, más movimiento y más trabajo. El país es atractivo para invertir y para generar proyectos. Exportamos más que nunca y hemos ganado prestigio turístico y comercial", apuntó Mas en su discurso.
No obstante, ha destacado que todavía hay muchos catalanes que sufren los "estragos" que ha dejado "una crisis de una magnitud que no habíamos visto en las últimas décadas".
"Situaciones de paro prolongado, jóvenes con formación sin trabajos equivalentes a su preparación, más riesgo de pobreza, más desigualdad y más precariedad son retos que aparecen ante nosotros en toda su crudeza y crueldad", señaló el presidente.
El mandatario también ha querido referirse a la amenaza terrorista internacional, tras los ataques vividos recientemente en París, y ha reafirmado "la determinación" del Gobierno de Cataluña "de actuar a favor de la seguridad, contra todo tipo de violencia ya favor de la convivencia pacífica entre todos los pueblos".
Mas no ha mencionado en su discurso la corrupción que afecta a su partido. Justo este miércoles, el expresidente catalán y fundador de su partido, Jordi Pujol, era de nuevo imputado.
