"Moscú expresa una seria preocupación por el aumento adicional de la tensión en Oriente Próximo con participación de mayores potencias regionales, Arabia Saudí e Irán, con las que Rusia tradicionalmente mantiene relaciones de amistad", indicó en un comunicado.
Subrayó que "ataques contra misiones diplomáticas bajo ningunas condiciones pueden considerarse como un método legal para protestar o expresar una postura política".
Moscú llamó a los países a garantizar la seguridad de embajadas y consulados que operan en sus territorios conforme con convenciones internacionales.
Además advirtió a Teherán, Riad y otros Estados del Golfo Pérsico contra pasos que puedan aguzar la situación aún más y expresó la convicción de que "dificultades y desacuerdos que surgen en las relaciones interestatales pueden y deben superarse mediante un diálogo".
La Cancillería indicó que Rusia, por su parte, está lista a ofrecer ayuda necesaria.
