El Gobierno sueco lleva prolongando el control fronterizo desde el 12 de noviembre pasado cuando lo impuso por primera vez por 10 días alegando la necesidad de gestionar mejor el flujo de migrantes.
El 17 de diciembre el Parlamento sueco aprobó una ley que contempla numerosas medidas para reducir el número de los migrantes que llegan al país y estará vigente hasta el 21 de diciembre de 2018.
En particular, de acuerdo con la nueva normativa, el 4 de enero entró en vigor el obligatorio control de documentos de los pasajeros de autobuses, ferries y trenes que entran en Suecia desde otros países Schengen.
En 2015 Suecia acogió a 160.000 personas, un número récord para el país escandinavo.