Corea del Norte anunció el pasado 6 de enero el ensayo de una bomba de hidrógeno para defenderse de la amenaza de una guerra atómica por parte de EEUU.
Tras este aviso Washington desplegó en Corea del Sur el domingo un B-52 dotado de misiles con ojivas nucleares.
Además el Pentágono estudia enviar a la península de Corea el portaviones Ronald Reagan de propulsión nuclear que actualmente se encuentra en Japón.
No favorece a nadie
La reacción de EEUU a la prueba nuclear de Corea del Norte era predecible, sostiene Dmitri Streltsov, responsable de la Cátedra de Estudios Orientales de la Universidad MGIMO de Moscú.
No obstante, el experto duda que Washington se tome en serio un posible conflicto nuclear en la península de Corea ya que aún no se ha confirmado que la prueba de la bomba de hidrógeno tuviera lugar.
Según Streltsov, la tensión no favorece a ninguna de las grandes potencias.
Tema: Tensiones entre dos Coreas
"Las acciones de Corea del Norte golpean los intereses tanto de China como de EEUU y es que cae el prestigio internacional de China que no puede cumplir con su papel de tutor de Pyongyang", apuntó.
A su vez, EEUU, sostuvo, se perjudica por la pérdida del atractivo económico de la zona, aunque obtiene otro pretexto para incrementar su presencia militar.
La única beneficiada, dijo, por ahora es Corea del Norte ya que "eleva su estatus en el mundo como el alborotador de la tranquilidad".
Insuficiente voluntad política
Tras el ensayo atómico de Corea del Norte varios observadores empezaron a hablar de la reanudación de las negociaciones a seis bandas (con EEUU, Japón, China, Rusia y Corea del Sur) que se suspendieron en 2009.
"Existen probabilidades, pero el problema no es la reanudación (del diálogo), sino que los actores clave no tienen voluntad política para conseguir resultado", subrayó.
Asimismo apostó por el contacto directo entre EEUU y Corea del Norte para atenuar la tensión.
"Mientras Washington y Pyongyang no logren un compromiso real, el problema nuclear seguirá pendiente", remarcó.
La política actual de la Casa Blanca hacia el país asiático, señaló, es de "paciencia estratégica", es decir no hacer nada y esperar y ahora "vemos adónde ha llevado esa estrategia".
Lukin también comentó las sugerencias anunciadas anteriormente de resolver el problema nuclear norcoreano a semejanza del iraní.
"Otro factor importante en la solución del problema iraní ha sido la participación directa del presidente Obama y si el próximo presidente de EEUU prioriza el asunto norcoreano, entonces hay posibilidades de que EEUU y Corea del Norte lleguen a un acuerdo", auguró.
EEUU y Corea del Norte se mantienen técnicamente en guerra después de que el conflicto militar de 1950-1953 finalizó con la firma de una tregua y no con un tratado de paz.
Washington se niega a suscribir ese acuerdo pese a los llamados de Pyongyang y mantiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur.