La empresa contratista Clearsprings Ready Homes que distribuía alimentos a los solicitantes de asilo en Cardiff fue duramente criticada por las organizaciones humanitarias por esta práctica.
"Clearsprings ha confirmado que las pulseras no se volverán a utilizar", dijo a Sputnik un portavoz del Ministerio británico del Interior.
En su lugar los refugiados tendrán que presentar su documento de identidad con una foto.
El sistema de las pulseras fue condenado por la prensa y los organismos humanitarios que lo compararon con la práctica de los alemanes nazis que marcaban a los judíos con una estrella amarilla.