"Sin duda alguna, los principales candidatos a la presidencia de Perú en estas elecciones están teniendo apoyo de las firmas de la narcoburguesía peruana", sostuvo Antezana.
El experto, que investiga desde hace más de 10 años los nexos entre el narcotráfico y la política en Perú, explicó que hay dos tipos de "narcocandidatos".
"Por un lado están aquellos políticos que son financiados por las firmas o clanes familiares dedicados a la droga y el lavado de activos; por otro, los propios narcotraficantes con apariencia de ser empresarios exitosos que se han forjado desde abajo, pasaron del mundo de la empresa al mundo de la política", aseguró.
Según Antezana, el derrotero de estos narcotraficantes reconvertidos en actores políticos se inicia ocupando cargos locales y regionales hasta llegar al Congreso e incluso a competir por la presidencia.
"He advertido a Perú de que existe un narcocandidato presidencial ¿Por qué? Porque según mis investigaciones proviene del tráfico ilícito de drogas; del lavado de activos ha construido todo su imperio económico", sostuvo.
Antezana no quiso identificar al candidato para evitar represalias, pero aseveró que desde hace varias décadas el negocio de las drogas ilegales está involucrado en la política nacional.
El sociólogo mencionó la financiación de la candidatura de Armando Villanueva del Campo, de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (centroizquierda), cuya campaña presidencial de 1980 fue financiada por el narcotraficante Carlos Lamberg.
"Desde los 80, el narcotráfico ha financiado campañas de candidatos presidenciales y al Congreso", aseguró Antezana, quien agregó que en estas elecciones, el narco "se la está jugando a tener el poder total" en Perú.
Para el sociólogo, en Perú se está "reproduciendo" lo que ocurrió en Colombia cuando surgió Pablo Escobar, el sangriento jefe del cartel de Medellín.
"Escobar combinaba tres elementos: los regalos, desde víveres hasta dinero contante y sonante; el financiamiento de equipos deportivos, lo que le permitía granjearse simpatías y mover identidades locales, y la autosuficiencia económica", explicó Antezana.
Este modelo cruza transversalmente a postulantes que, sin provenir del narcotráfico, reciben financiamiento del narco.
"Perú está oscilando entre ser un "narcoestado" o ser un Estado con un "narcogobierno", aseguró.
Este martes, organizaciones de la sociedad civil encabezadas por Peruanos Contra la Corrupción lanzan el Pacto Ciudadano contra el Narcotráfico, con el objetivo de comprometer a la ciudadanía en la vigilancia de este peligro.
