Esa oficina se dedica a labores de inteligencia en el extranjero y ciberguerra, según la agencia de noticias oficial Yonhap.
El Gobierno habría alertado a los legisladores que el Norte podría estar preparando ataques terroristas como envenenamientos o secuestros de surcoreanos.
Lee añadió que Seúl está aún recabando información sobre los posibles ataques.
Corea del Norte ha utilizado en el pasado ciberataques para inutilizar durante horas algunos de los más importantes bancos surcoreanos o cadenas de televisión.
Pyongyang también tiene experiencia en el secuestro de ciudadanos extranjeros, en algunos casos para poner al día a sus servicios de inteligencia sobre los nuevos usos y costumbres de sus países de origen.
Las amenazas norcoreanas llegan en un momento de tensión álgida en la península después de que Pyongyang ordenara primero un ensayo nuclear con una supuesta bomba de hidrógeno y después el lanzamiento de un misil de larga distancia para poner en órbita un satélite.
El cierre posterior del complejo industrial conjunto de Kaesong y de las líneas de comunicación directas acabó de dinamitar las relaciones entre Seúl y Pyongyang.