Según el secretario general, es posible lograr el éxito en el arreglo político de la crisis en Siria solo "después de un cese del fuego inmediato de todos los bandos del conflicto".
Agregó que su crítica a las Fuerzas Aeroespaciales rusas en Siria, realizada hace varios días, estuvo relacionada con la supuesta destrucción de la infraestructura civil y la muerte de los civiles, y no con la operación en general.
Rusia y varios países árabes, continuó el secretario general, tienen grandes desacuerdos sobre la situación en Siria, sin embargo, el mundo árabe aprecia el apoyo ruso a los palestinos.
Al Arabi afirmó que los lazos entre Moscú y los Estados miembros de la Liga Árabe "siembre han sido muy buenos y los países árabes sabían que tienen un defensor y abogado fuerte".
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa lanzó a petición del presidente sirio una ofensiva aérea contra los grupos terroristas Daesh (Estado Islámico) y Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países.
Occidente acusó en reiteradas ocasiones a Rusia de bombardear no solo las posiciones de los terroristas, sino también a la llamada oposición moderada, así como objetivos civiles, hecho que Moscú rechaza categóricamente.