BOGOTÁ (Sputnik) — "El país se encuentra a tan solo 130 megavatios (MW) de un déficit de potencia que produzca cortes, lo que significa que pueden desatenderse —entre una y tres horas- áreas de usuarios en los momentos de mayor demanda, o sea en horas pico", señala el informe publicado por el máximo organismo de control fiscal del Estado.
El Gobierno de Juan Manuel Santos descartó el martes la posibilidad de un apagón y anunció medidas para evitarlo.
Pero las estimaciones de la Contraloría señalan que el riesgo se concentra en las zonas que en la actualidad presentan dificultades de generación, "como lo son Antioquia (noroeste), por la salida de la generadora hidráulica de (la represa de) Guatapé, y en la Costa Caribe (norte), por la salida de la segunda unidad de Zona Franca Celsia".
En el reporte, el contralor Edgardo Maya Villazón advirtió que "la combinación de factores tales como el fenómeno climático de El Niño, la escasez de gas natural, la situación financiera de las empresas y el estrés operativo conforman hoy un escenario de riesgo que debe atenuarse, a fin de evitar un desabastecimiento eléctrico".
Maya Villazón insistió en que desde el año pasado la Contraloría advierte sobre la limitada oferta de gas natural y los incumplimientos en los proyectos de expansión en la infraestructura de transporte, "los cuales son uno de los detonantes de la crítica situación del sector eléctrico".
Ante las alertas de un posible apagón y el nerviosismo del sector industrial, el ministro de Minas, Tomás González, indicó el martes que gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno desde octubre, como importaciones de energía desde Ecuador, se puede garantizar el suministro eléctrico.
Sin embargo, González admitió que ante la crisis el Gobierno ha adoptado tres nuevas acciones para alejar el riesgo de apagones: el uso de las reservas de agua con las que se cuenta en algunos embalses, la utilización de todas las plantas disponibles para hacer frente a la emergencia y la aceleración de la importación de electricidad desde Ecuador.
El Niño, fase cálida de la Oscilación del Sur que calienta las aguas superficiales del océano Pacífico y tiene efectos en vastas regiones del planeta, ha provocado que el almacenamiento de agua en los embalses de Colombia se sitúe en 30 por ciento de la capacidad.
Pese a que esa cifra constituye una contingencia para el país, el Gobierno sostiene que no pone en riesgo la generación de energía.
Sin embargo, la crisis se agudizó luego de que a mediados de febrero la central de Guatapé sufrió un incendio que afectó el suministro de energía, y de que el pasado lunes la generadora técnica de energía de Barranquilla (norte) registró una avería en una de sus turbinas mientras era sometida a mantenimiento.