MOSCÚ (Sputnik) — "La motivación que tiene en el momento de cometer el crimen una persona diagnosticada de esquizofrenia hace mucho tiempo no suele coincidir con las explicaciones que da a posteriori" y que pueden ser de lo más "inverosímiles y absurdas", indicó.
Preguntada por la prensa sobre los motivos de sus acciones, la propia acusada dijo que cumplía "una orden de Alá".
"Personas con semejante diagnóstico cometen este tipo de acciones en un momento de crisis aguda, y las explican ya en fase de remisión de la enfermedad", dijo Markin.
Si alguien debe tomarse en serio las palabras de la acusada, son los especialistas en psiquiatría, subrayó.
"Los colegas uzbekos ya han contestado mostrando su disposición a prestar todo tipo de colaboración para recopilar las informaciones necesarias sobre la sospechosa", señaló.
La investigación del crimen será "completa, objetiva y exhaustiva", aseguró.
A su vez, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también declaró este jueves que la acusada es una persona que tiene perturbadas sus facultades mentales y que sus explicaciones deben tomarse con cautela.
El portavoz de la presidencia rusa comentó así las declaraciones de la niñera quien afirmó haber actuado por motivos religiosos en un "intento de venganza a presidente ruso Vladímir Putin por los bombardeos en Siria".
Tema: Operación de Rusia contra los terroristas en Siria
El brutal asesinato que ha conmocionado a Moscú y el país entero ocurrió en la mañana del lunes en el norte de la capital rusa.
Gulchejra Bobokúlova, originaria de Uzbekistán, estranguló y decapitó a la niña discapacitada de cuatro años que debía cuidar.
Despúes, la presunta asesina incendió el apartamento de la familia para la que trabajaba y salió a la calle en estado de "evidente perturbación" con la cabeza cortada de la menor.
El Comité de Investigación informó previamente que Bobokúlova, de 38 años y madre de tres hijos, pudo tener cómplices y que los autores intelectuales del crimen posiblemente sean otras personas.
Según dijo a RIA Novosti una fuente en las fuerzas del orden rusas, la niñera pudo ser sometida a un "lavado de cerebro" con ideas extremistas, probablemente por parte de su expareja.