El PE decidió a finales de enero crear una comisión parlamentaria compuesta por 45 miembros para investigar el escándalo contra el gigante alemán Volkswagen por sospechas de fraude en sus motores diesel. Se espera que la comisión examine el caso 12 meses.
Volkswagen admitió en septiembre pasado que 11 millones de sus automóviles diésel, de ellos unos 8 millones en la UE, tienen instalado un programa que manipula los datos sobre los gases contaminantes emitidos por sus motores.
El Gobierno estadounidense exigió que la empresa retirara cerca de medio millón de coches Volkswagen y Audi vendidos en EEUU entre 2009 y 2015.
En noviembre pasado, la empresa admitió un nuevo fraude que no solo afecta a los coches diésel, como en el caso anterior del escándalo del software que manipulaba las emisiones.
En este caso hay al menos 98.000 coches de gasolina, de los 800.000 implicados en todo el mundo.
Tras este segundo escándalo en apenas un mes, Volkswagen se mostró dispuesta a asumir todos los costes para paliar la nueva revelación.