De acuerdo con la CICR, desde 1938 hasta hoy, no se conoce el paradero de 79 mil personas, tanto por el conflicto armado como por diferentes causas, y la cifra aumenta angustiosamente, a razón de una persona por hora.
Si se toman solo los datos del Registro Único de Víctimas del conflicto armado, la cifra es de 45 mil, una suma superior a la de las víctimas de las dictaduras militares sudamericanas de los años setenta y ochenta, una verdadera tragedia humanitaria que no tiene fin.
Según registros del SIRDEC, en los cementerios y depósitos de cadáveres hay por lo menos 23 mil cadáveres sin identificación, y en muchos cementerios ni siquiera hay un registro de donde están los cuerpos NN —sin nombre-.
"Nosotros hablamos de 79 mil personas desaparecidas en este momento. Se cuentan cifras no solo del conflicto armado sino de otras causas que se presentan en el país, como desapariciones voluntarias, que no necesariamente son forzadas", dice a Sputnik Edgar Alfonso, Coordinador de Comunicación de la Cruz Roja Internacional para Colombia.
Lo más grave es que, a pesar de las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC, los distintos tipos de violencia continúan provocando la desaparición de una persona por hora. En 2015, desaparecieron 10.900 personas, según el informe de la Cruz Roja.
"El proceso de paz no ha tenido un efecto directo en reducir la violencia que sufre la población civil", agrega Alfonso. "Se ha reducido la violencia más visible de los combates, pero la población sufre algo más invisible, como las amenazas, el desplazamiento individual, no ya el desplazamiento de miles de personas de un lugar otro por una masacre, pero se siguen viendo muertes selectivas, asociadas a esta problemática de desapariciones forzadas", agrega.
"Hay una dinámica que va con el conflicto armado y otra que va por fuera del conflicto. No podríamos decir que una reemplaza la otra, pero estamos en niveles muy altos de violencia, y no podemos aventurarnos a decir que el proceso de paz tendrá un efecto sobre esta victimización", dice.
Para Alfonso, "por fuera del conflicto armado hay otras bandas que no son parte, pero que tienen enfrentamientos con otros grupos y con el Estado, por control de territorios, y causan consecuencias humanitarias sobre la población como si fuera un conflicto armado. Es una realidad que va paralela a las negociaciones de paz, y es la gran preocupación de la Cruz Roja en Colombia: la combinación de elementos de violencia, que queda escondida detrás de las negociaciones".