Palma Cané señala que lo más importante en términos económicos en esa visita, es que se estableció una comunicación fluida para ir eliminando las restricciones comerciales bilaterales. Asimismo, detalla que en los últimos años las exportaciones de Argentina a EEUU habían caído del 12% al 5%.
Aumento del comercio bilateral, de las inversiones de EEUU en Argentina, y la vuelta del país sudamericano al mercado financiero de capitales, marcaron, según Palma Cané, el contexto económico de la visita del presidente norteamericano.
La agenda tocó otros temas candentes: el narcotráfico, el terrorismo y la seguridad ciudadana. Se han firmado convenios de intercambio de información pues Argentina es un país de tránsito de drogas, según Luis Palma Cané. El economista sostiene que no existe entre dos países relación económica, ni intercambio de información, si no existe una relación bilateral fluida.
Barack Obama muestra una confianza en Mauricio Macri que no tiene por los herederos de Argentina: antes de saludar a un grupo de jóvenes argentinos en un centro cultural de Buenos Aires, Obama se quitó su anillo y lo metió en un bolsillo.
El presidente norteamericano también visitó Cuba. El analista internacional Gustavo Morales Delgado sostiene que lo que EEUU busca allí es un área donde invertir, algo que acepta el país caribeño, que a su vez rechaza la hegemonía estadounidense sobre la isla.
Y es que últimamente Cuba tiene un gran problema: ha visto cómo se ha reducido el apoyo económico de Venezuela debido a la caída del precio de las materias primas en los mercados internacionales.
La visita de Obama a Cuba también abrió el espacio para otro tipo de polémicas, y tiene que ver con el momento del saludo entre ambos mandatarios. La flaccidez de la mano del inquilino de la Casa Blanca en el momento en que Castro se la levanta para saludar.
Hay quienes argumentan que Obama quiso abrazarlo y que para evitarlo, Castro le tomó de la muñeca y levantó su brazo. Y hay quienes dicen que Castro le levantó el brazo izquierdo a Obama en señal de una victoria propia.
Gustavo Morales Delgado señala que se trata de un gesto recurrente en Raúl Castro, quien en su momento hizo lo mismo con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cuando quedaron establecidas en La Habana las negociaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, que buscan la paz.
Morales Delgado sostiene que con este gesto, Obama buscó no dar municiones a los republicanos del Congreso norteamericano, y por eso dejó la mano fláccida.
