"Necesitamos una modernización del Bundeswehr en todas las áreas, para nosotros es un cambio de tendencia: tenemos que alejarnos de un proceso de contracción permanente", dijo Von der Leyen.
Sin embargo, solo 7.000 plazas militares serán de nueva creación, mientras que 5.000 surgirán en el proceso de reestructuración interna, lo que deja una brecha de casi 2.400 soldados en el año 2023.
Con esta reforma, Von der Leyen pretende asegurarse la flexibilidad necesaria para responder a los nuevos retos, como la asistencia a los refugiados o la contención de Rusia en Europa oriental.
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Anteriormente, la ministra consiguió que el Gabinete aprobara un incremento del presupuesto militar, de 34.400 a 39.200 millones de euros en 2020, aunque la decisión definitiva en esta materia incumbe al Bundestag, el Parlamento federal de Alemania.
Tras el término de la guerra fría, el Ejército alemán fue reduciendo su plantilla desde los 585.000 efectivos en 1990 a los 177.000 hoy en día.
Los empleados civiles del Bundeswhr disminuyeron de 215.000 a 87 000 en este período.
