Según el diario, la llegada del gas norteamericano a Europa podría acelerar una caída de los precios del mercado gasístico europeo. Asimismo, Estados Unidos intenta —opina el diario— debilitar la posición de Rusia, principal proveedor de gas en Europa.
Por otra parte, el mercado asiático puede ser más atractivo y rentable para los empresarios americanos, por lo que un cambio en el mercado europeo es poco probable. Otros factores podrían causar efectos indirectos en el mercado del gas europeo, por ejemplo, el crecimiento de la capacidad de exportación de otros países, como Australia y Canadá. “Australia está en camino a convertirse en el mayor exportador de gas natural licuado del mundo”, ratifica el diario.
Pero la empresa Gazprom se muestra confiada y cree que el envío de gas desde EEUU no afectará su posición. “Nosotros trabajamos de acuerdo con nuestros contratos, y no según lo que diga la prensa norteamericana”, ha declarado Serguéi Kuprianov, portavoz de Gazprom, al diario alemán.
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EEUU comenzó a suministrar gas a Europa a finales de abril, cuando el primer navío cisterna con gas estadounidense zarpó de Luisiana rumbo a Portugal. El combustible norteamericano competirá en Europa con el gas de Rusia, que suministra un tercio del gas en el continente a través de tuberías. Alemania recibe la mitad de su gas de Rusia, mientras que Italia un tercio. Noruega, Argelia y Oriente Medio también son importantes suministradores de gas a la región.