Después de la aprobación del Senado, el documento llamado "Justicia contra los patrocinadores del terrorismo" será analizado por la Cámara de Representantes del Congreso y luego por el presidente estadounidense.
Ya antes de su aprobación por la Cámara alta, la ley causó un empeoramiento de las relaciones entre EEUU y Arabia Saudí.
La Casa Blanca ya dejó bien claro que el presidente Barack Obama no la firmará.
En abril el portavoz de Obama, Josh Earnest, declaró que la aprobación del documento pondrá al país bajo una "amenaza sin presidentes" permitiendo a otros Estados demandar a Washington.
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Este martes Earnest otra vez subrayó que "la administración continúa oponiéndose firmemente" a la ley y que "es difícil de imaginar que el presidente Barack Obama la apoye".