"No aceptamos la decisión del Parlamento alemán que es un ejemplo de irresponsabilidad política (…) Esperamos que el Gobierno alemán se distancie de la decisión del Parlamento", dijo en Ankara.
Según Kalin, la resolución del Bundestag es un "mal mensaje a los tres millones de turcos que viven en Alemania".
"Continuaremos con una reacción adecuada y tomando las medidas necesarias", aseguró.
Después de que se aprobase la resolución, Ankara llamó a consultas a su embajador en Alemania y convocó al embajador alemán en Turquía.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó que el reconocimiento del genocidio afectará seriamente a los lazos bilaterales.
Turquía rechaza las acusaciones de genocidio —reconocido hasta el momento por varios Estados, entre ellos Rusia— alegando que las víctimas de la tragedia fueron de ambos pueblos, el armenio y el turco.