"Existe un entendimiento común de que no hay alternativa al cumplimiento de los acuerdos de Minsk (…) y la demora de la implementación es completamente inadmisible", dijo.
Al mismo tiempo explicó que la participación de EEUU en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk no desempeñaría un papel decisivo.
"No creo que pueda jugar un papel decisivo", explicó.
En abril de 2014 las autoridades ucranianas lanzaron una operación militar contra las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, que se declararon independientes tras el golpe de Estado en febrero de 2014.
Los acuerdos de Minsk, pactados en febrero de 2015 para frenar el conflicto en Donbás, prevén, entre otros puntos, un alto el fuego, la retirada de armas pesadas, la adopción de un estatus especial para las dos repúblicas autoproclamadas y la celebración de elecciones locales en estos territorios.