El 11 de julio, Macherevich declaró que Rusia "había utilizado" a los nacionalistas ucranianos para organizar el genocidio de los polacos en esta región.
La portavoz de Exteriores de Rusia pidió a Varsovia precisar si el ministro polaco "expresó la postura oficial de Polonia" o si es su propia opinión.
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"¿Acaso no existe el peligro de que el Gobierno polaco, que fomenta en silencio semejantes declaraciones chauvinistas, se deslice imperceptiblemente a incitar el odio nacional?", comentó la situación Zajárova en su perfil de Facebook.
Además, el representante del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación de Rusia, Konstantín Kosachov, calificó como "traición" las acusaciones expresadas por Macherevich en contra de Rusia.
"Haciendo este tipo de declaraciones para complacer la política de rusofobia de Polonia y la OTAN, en realidad, el ministro de Defensa está vergonzosamente traicionando la memoria de sus antepasados y vendiendo barato la historia de su país", sostuvo Kosachov.
El 8 de julio el Senado de Polonia reconoció como genocidio la tragedia en Volinia. El documento dice que "en la masacre de Volinia además de los polacos, murieron judíos, armenios, checos, representantes de otras minorías nacionales, así como ucranianos que trataban de ayudar a las víctimas".