Phan-Gillis fue arrestada en marzo del pasado año cuando iba a abandonar China a través de Macao con una delegación empresarial y las autoridades del país asiático tardaron seis meses en admitir su detención.
No han trascendido aún las acusaciones concretas ni cuando empezará el juicio, aunque será de forma inminente.
"Urgimos a China a resolver el caso con prontitud y asegurar que Mrs. Phan-Gillis continúa teniendo acceso a un abogado", ha añadido la fuente anónima.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino se limitó en septiembre pasado a comunicar que la detenida era sospechosa de acciones que dañaron la seguridad nacional.
El Departamento de Estado ha preguntado en varias ocasiones a las autoridades chinas por el estado de Phan-Gillis.
Los expertos creen que la detenida podría servir de moneda de cambio porque Washington también retiene a varios ciudadanos chinos de interés para Pekín.
Su Bin admitió haber conspirado junto con dos piratas informáticos militares chinos para robar detalles sobre contratos de Defensa que incluían información sobre cazas.
La condena provocó la furia de la prensa oficial china, que planteó el asunto como un caso de simple espionaje empresarial con el que Su sólo recibió beneficios privados.
El diario Global Times denunciaba una "caza de brujas" que elegía a los ciudadanos chinos como "chivos expiatorios".
"Estados Unidos se presenta como una víctima del espionaje militar cuando en realidad es un depredador", señalaba.
China ha acusado a Washington de actuar con "mentalidad de guerra fría" cada vez que se ha producido la detención de un presunto espía y ha lamentado que, aunque en algunos casos se ha demostrado posteriormente su inocencia, sus reputaciones quedarán manchadas para siempre.