Tras la muerte de Hugo Chávez a causa de un cáncer, los estadounidenses decidieron eliminar al presidente en funciones, Nicolás Maduro, con una "oncología económica". Actualmente, EEUU controla el 60% de la tarificación del mercado de hidrocarburos. Por lo tanto, la caída global de los precios del 'oro negro' pretendía también colapsar la economía venezolana.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que, para finales de este año, la inflación en el país habrá superado el récord del 700%, mientras que la economía habrá caído un 10%.
En este contexto, resulta muy actual y oportuno el acuerdo de petróleo y gas entre Venezuela y Rusia.

"Ese chaleco salvavidas que lanzó Rosneft a Maduro es beneficioso para ambas partes", señala Novitski.
La ubicación geográfica de los yacimientos de gas en Venezuela permite que Rosneft aumente su presencia con el gas natural licuado en el mercado de Asia-Pacífico.
Además, las partes sellaron un acuerdo sobre los suministros mutuos de petróleo y sus derivados. Así, los productos petroleros rusos llegarán a una amplia zona del mercado mundial. Será posible vender los derivados del petróleo a mejor precio, gracias a las peculiaridades de la formación de precios regional.
"Por lo tanto, el acuerdo entre Rusia y Venezuela trae beneficios para ambas partes. En primer lugar, Rusia brindó apoyo a la economía del país sudamericano, que EEUU quiere llevar al abismo de la inestabilidad. En segundo lugar, Rusia ha ampliado su base de recursos —de acuerdo con diversas estimaciones, las reservas de petróleo en Venezuela pueden alcanzar hasta 170 millones de toneladas— y recibió mecanismos adicionales para establecer precios en los mercados de petróleo", concluyó el autor.
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