La iniciativa llega como apoyo a un plan de acción aprobado por los diputados anteriormente. Este tiene como principal punto de enfoque las sociedades rurales y tradicionalistas del continente, que hoy día siguen practicando este tipo de extirpaciones. La idea es intentar educar y explicar las complicaciones que esto trae para el cuerpo femenino.
"El Parlamento está preparado para contribuir y ayudar a los implicados en el plan de acción para solucionar este problema. Nuestra responsabilidad es doble a la hora de defender a las mujeres contra esta flagrante violación de los Derechos Humanos", declaró el presidente de la cámara, Roger Dang, citado por Inter Press Service.
Además de los efectos inmediatos, como el intenso dolor y posibles hemorragias, la Organización Mundial de la Salud enfatiza que el procedimiento, lejos de brindar beneficio alguno, es en gran parte responsable de la propagación del VIH, debido a la falta de higiene del instrumental utilizado.
