Para Ansaldi, en América Latina se está produciendo, además, “un viraje importantísimo en los formatos de representación de la burguesía”.
“Los gabinetes de Mauricio Macri en Argentina y Pedro Pablo Kuczynski en Perú no están integrados por políticos profesionales sino por los dueños de los medios de producción o gerentes lo que implica un cambio cualitativo en la representación del ejercicio de poder de clase. Antes eran los políticos los que tomaban las decisiones que favorecían esa clase. Ahora son ellos mismos los que gobiernan. Hay que recordar, sin embargo, que la burguesía no es homogénea y que en algún momento los distintos intereses colisionan”, señala Ansaldi.
Al analizar los cambios registrados en la región en 2016, en especial en Argentina, Brasil y Perú, el académico asegura que no se trata de “una nueva derecha”. “La novedad radica en el lenguaje que usan. Hay un vaciamiento de contenido de la política. Se intenta borrar la idea de que existe una lucha de clases. Pero su ideología es la de siempre. En su concepción, la desigualdad es algo natural y debe permanecer así por siempre.”
Ansaldi analizó, además, los liderazgos personalistas, las dificultades para la construcción de hegemonía de los gobiernos progresistas y el poder de los medios hegemónicos. “La repetición de información, muchas veces falsa, termina generando una situación que no puede ser contrarrestada si no hay un trabajo de base colectivo y organizado que funcione como dique de contención.”
En esta edición se analizó además el acuerdo de los presidentes de Colombia y Venezuela para reabrir la frontera común y mejorar las relaciones bilaterales. En la sección “Medios” se comparó la cobertura que hacen de la figura del Donald Trump las publicaciones New York Post y el Huffington Post.