Según ha avanzado el diario "Folha de São Paulo" Temer prefiere no exponer su imagen ante la opinión pública de nuevo, después de los abucheos que ya sufrió en la ceremonia de apertura el pasado 5 de agosto al declarar inaugurados los Juegos.
La ausencia de Temer en la ceremonia de clausura traerá consigo un problema diplomático, ya que estaba prevista la presencia en la tribuna del estadio de Maracaná del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Abe estaría en calidad de anfitrión de los próximos Juegos Olímpicos, los de Tokio 2020, ya que parte de la ceremonia de clausura consiste en pasar el testigo a la siguiente ciudad sede.
Ahora el Gobierno brasileño busca la fórmula de que ambos líderes se encuentren, ya sea con el primer ministro japonés viajando rápidamente a Brasilia o con un encuentro privado en Río de Janeiro.
En la primera semana de los Juegos Olímpicos una de las polémicas que han salpicado los estadios tiene que ver precisamente con las protestas contra Temer: el COI pide que no haya manifestaciones políticas en los estadios, pero la Justicia ha rechazado la prohibición.