El papel de este dron es vital para los planes del Pentágono, dado que, actualmente, existen misiles antibuque de alta precisión capaces de destruir portaviones a una distancia de hasta 1.600 kilómetros de la costa.
"El MQ-25A Stingray es el siguiente paso en la integración en la Armada [de EUUU] de sistemas aéreos no tripulados como parte del entorno operacional del grupo de ataque del portaviones", explicó Jamie Cosgrove, portavoz de Navair —una subdivisión del Ejército norteamericano especializada en la provisión de material a las aeronaves y a los sistemas de armamento de las mismas—, según recoge The National Interest.
Ahora no existen informaciones detalladas acerca de cómo será el MQ-25A Stingray, que se encuentra actualmente en proceso de desarrollo, pero los oficiales de la Armada han explicado los conceptos estratégicos detrás del dron.
"Un alto nivel de resistencia", es la principal característica de la nueva plataforma.
"El reabastecimiento de combustible no tripulado mejorará el desempeño, la eficiencia y la seguridad de los aviones tripulados y permitirá un mayor rango de manejo y una mayor resistencia para ejecutar misiones que, de otro modo, serían imposibles", añadió Cosgrove.
En el marco del rápido progreso de las armas antibuque —de los misiles de crucero modernos a las armas hipersónicas del futuro próximo—, la flota de los portaviones de EEUU se encontrará bajo un constante peligro de ser destruida. Así, el uso de drones cisterna para 'alejar' la nave matriz del combate sería la única respuesta ante una destrucción inevitable.