"Quedamos sorprendidos al visitar Siria. Leo las noticias, sin embargo, personalmente, nunca pensé que un día estaría aquí, viendo todo con mis propios ojos", dijo Yelena Isinbáyeva, citada por la agencia RIA Nóvosti.
"Conocimos a nuestros soldados, oficiales y generales. Son muy comunicativos y al mismo tiempo son muy seguros y fuertes. Son verdaderos hombres. Estar aquí no te da miedo porque todo el ambiente está impregnado con patriotismo, orgullo y audacia, por lo que nace hacer cosas agradables para ellos", subrayó.
"Les avisé que mi gimnasia sería inhabitual, una gimnasia atlética, y las reglas serían las mías. (…) Nosotros medimos fuerzas. Yo les enseñé ejercicios atléticos y ellos me enseñaron los suyos. Pude repetir prácticamente todo lo que ellos hacen, excepto un ejercicio que se llama molinetes".
Además, la famosa pertiguista, junto con varios ganadores de los Juegos Olímpicos de Río, plantó thujas —conocido como árbol de la vida— en la base de Hmeymim, después de lo cual una orquesta militar dio un concierto en honor a los atletas rusos.
Recientemente, Yelena Isinbáyeva fue elegida miembro de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI).
En junio pasado, la deportista junto con otros atletas rusos, fue suspendida de los Juegos Olímpicos 2016, a causa de la decisión del Consejo de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) tomada tras el estallido del escándalo de dopaje en Rusia.